jueves, 11 de febrero de 2010

Captor de Sentimientos.

Creo que hoy, ya puestos en situación puedo comenzar a contaros mi historia.

Por aquel entonces vivía a las afueras de dicha ciudad ya mencionada...eso es precioso...Levantarte y ver el mar,el acantilado,la torre de hércules,el obelisco...En fin...Cosas que una tiene viviendo en una tierra tan mágica y acompañada de la persona adecuada. Mis padres se pasaban el día de juerga en juerga...las tabernas eran su afición.Y pensareis, ¿Y tú?¿Qué es de ti? Como os he dicho dos líneas más arriba siempre he ido acompañada de la persona adecuada. Un hombre,humilde, de ojos fuertes y sinceros a su vez,lleno de cariño y con las historias adecuadas para asentar mi loca cabecita fue el pilar más grande para crecer recta y no encorvada como creía la gente. A veces no me costaba nada ocultarle mis verdades,mis inquietudes...mis curiosidades...pero siempre se daba cuenta...era..como un captor de sentimientos y emociones. Entonces me limité a contarle mis cosas antes de que él me las cazara...
Os preguntareis porque he mencionado en mi presentación a un chaval bastante apuesto,pues bien...Ahora me disponía a contaros...No me seais impacientes por dios!
Todas las mañanas me dedicaba a limpiar la casa y dejar todo recogido para cuando mi captador de sentimientos(así le llamaba al pobre hombre) volviese, después salía corriendo...playa abajo..y daba un largo paseo por la orilla sintiendo esos escalofríos que se sienten cuando el mar te roza en los dedos de los pies.Cuando ya me hartaba de caminar entre barrizales y agua me secaba los pies y me dirigía a la tienda de libros más curiosa de la ciudad.Y aquí llega todo,al pasar por la plaza me encuentro a este chico,pero es como si me oliera al entrar...Y me mira a través de su boina,se pone nervioso,se levanta y sale corriendo...Claro,el primer día te lo tomas como: "Este tio esta chiflado"...pero cuando ves que es todos los días que pasas por ahí ya te huele un poco raro...
Asique ese día(el primero digo) ni me inmute y me fui a la libreria a por un libro para saciar mi hambre de conocer más mundos,más historias en donde colarme y evadirme de la realidad un poco. Y al volver...Él ya no estaba,ni rastro. Asique vuelvo a hacer la misma operación,me bajo por la playa,doy un paseo y subo para casa a ver que me cuenta mi querido captor.
Ese día en casa me extendí todo lo que pude para que supiera todo tipo de detalles de aquella rareza,pues no le gustaba otra cosa que las cosas curiosas que me pasaban.Él se rio,una y otra vez,pero no me contestaba a nada.
-Porfavor,dime algo.No me dejes tu también así porque ya es lo que me faltaba.-
-Ven,dame un abrazo.-
No,no me podía negar a eso...y me podía tirar horas y horas encima de su panza que no me importaba.Al rato volvió a ordenarme.
-Ven,dame un beso enorme.-
Le di un beso en la frente que le supo a gloria vaya,lo digo por esa sonrisa que se le dibuja.
-Bueno,¿Qué?¿Me vas a explicar algo?-le contesté de mala gana.
-Todo cariño es poco para pagar tus besos.-
-¿Me estas queriendo decir que ese chaval huye porque mis besos son mucho?-
-Te estoy diciendo lo que pasa,tienes un don para dar besos,tienes un don para abrazar,tienes ese don que hace que la gente en tus gestos se sienta agusto.-
-Pues no lo entiendo.-le volví a gruñir.
Él se limitó simplemente a sonreirme,sabía que poco a poco iba a entender todas las cuestiones sin resolver en mi vida.

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